Veintiocho largos años pasaron desde que KISS -en un intento por evitar desmoronarse en la cúspide de su éxito- impactó al mundo con el lanzamiento simultáneo de 4 discos solistas, donde cada uno de sus integrantes daba rienda suelta a su creatividad. Extravagancia dirían algunos, maniobra comercial dirían otros (los cuatro vendieron más de un millón de copias), sí hay algo que no se le puede reprochar a KISS es su constante innovación, así como la capacidad innata de reinventarse y sorprender a sus seguidores.Por lo mismo, las interrogantes sobre el nuevo trabajo solista de Paul Stanley eran innumerables. Además el ya conocido retiro de las labores creativas de KISS, luego del discreto Psycho Circus (y obviando el bodrio de Gene Simmons llamado Asshole), acrecentaron las expectativas sobre este nuevo lanzamiento, ¿sería capaz Starchild de reeditar viejas glorias y entregar una producción a la altura de ese maravilloso disco de ’78, que incluía canciones de la categoría de “Tonight You Belong To Me”, “Wouldn’t You Like To Know Me”, “Love In Chains”, “Goodbye” o “Ain’t Quite Right”?, pues bien, todas esas interrogantes llegan a su fin con el lanzamiento de este nuevo álbum titulado "LIVE TO WIN". Secundado en gran parte de las composiciones por Andreas Carlsson (que también ha colaborado con Def Leppard y Bon Jovi) y del conocidísimo Desmond Child, Paul (quién además las oficia de productor) nos entrega un trabajo fresco, moderno, que a la vez es el fiel reflejo de lo que ha sido su carrera musical.
“Live To Win” es el corte que da inicio a la placa, potentísimo y con un fraseo atípico al inicio que explota en pasión y dramatismo en la parte del coro que dice: "Live to win, 'Till you die, 'Till the light dies in your eyes, Live to win, Take it all, Just keep fighting 'till you fall", es imposible no recordar al KISS ochentero de discos como Asylum y Crazy Nights. “Lift” se aleja un poco la línea general del disco, suena muy moderna, con un cierto dejo a Evanescence y una parte del coro bastante interesante. Si bien me parece una canción políticamente correcta está lejos de ser la mejor del disco.
“Wake Up Screaming” es otro himno por excelencia que está hecho a la medida para ser reproducido en vivo; al igual que “Lift” cuenta con su cuota de modernidad aunque no tan acentuada como en ese corte. Es el turno de la balada “Everytime I See You Around”, que en su estructura recuerda mucho a “Everytime I Look At You” del Revenge -con sección de cuerdas de incluida- y donde Paul se matricula con un grito que demuestra que su voz no
solamente se ha mantenido a lo largo de los años, sino que además, ha mejorado notoriamente. Habla de lo doloroso que es ver al gran amor de tu vida en los brazos de otra persona; no pueden culpar al hombre, Paul es un romántico por excelencia y ya me imagino esta canción interpretada a dúo con alguna voz femenina destacada. “Bulletproof” es la versión mejorada de “Silver Spoon” del disco Hot In The Shade, con una acertadísima inclusión de voces femeninas y un coro con letras simplonas pero efectivas del tipo “You make me bulletproof, that's what you do, I feel invincible when lying next to you”, puro Paul clásico. La fiesta sigue con el energético “All About You” que es la excusa perfecta para que Stanley siga bailando, es decir, rock and roll pichanguero y sin compromisos.
“Second To None” tiene guiños a “Forever” y a “I Will Be There”, una balada correcta que no destiñe. “It’s Not Me" es en mi opinión el mejor tema del disco, con una interpretación increíble de Paul, dando pruebas una vez más que su voz sigue igual de poderosa como en antaño. Me llamó mucho la atención una parte de la letra en la cuál los versos perfectamente podrían aludir a su compañero de toda la vida, Gene Simmons: “And all the words are on your tongue, they gave you everything when you were young, you threw it all away when you were done, you pray you found the chosen someone”. Insúltenme todo lo que quieran si creen que son alucinaciones de mi parte, pero, a juzgar por lo leído, tengo todo el derecho de dudar una vez más sobre la verdadera relación de estos dos personajes. “Lovin’ You Without You Now” es la tercera y última balada del disco, muy similar a las dos anteriores pero no por eso menos atractiva. Al cierre nos encontramos con otro corte de gran factura como es el caso de “Where Angels Dare”, con un sonido bastante moderno también y que funcionaría bien como eventual single.Para la grabación de este disco Paul se hizo acompañar por más de una decena de músicos de sesión. Incluso Bruce Kulick grabó el bajo en algunos temas, lo cuál es de agradecer (aunque hubiese sido mejor si grababa un par de solos de guitarra, pero en fin). No me queda más que recomendar este material a todo amante del buen Rock, ahora sí eres seguidor acérrimo de KISS, "Live To Win" será tu delicia.
La gran interrogante ahora es saber que opinará Mr. Lengua Larga con respecto a este discazo. ¿Podremos esperar nuevo material de KISS en el futuro?, todo depende de esos dos íconos. Por lo menos Paul demostró con esta placa estar absolutamente vigente.
Ya lo saben: "vivir para ganar", esa es la premisa. ¡¡¡Larga vida a Paul Stanley!!!.
POR: PEDRO
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